Revelada por la Santísima Madre a Lucia Phan en 2014, esta práctica es la forma más poderosa de volver a Dios. Practicando las seis postraciones, nos ayuda a enfocar y acercarnos fervientemente a Dios, con el corazón interior.

Para hacer la postración es a ponerse de rodillas, la frente tocando el suelo, las manos en oración sobre la cabeza, símbolo como la llama encendida en el Espíritu Santo. Luego ofrezca una oración a cada persona con alma, cuerpo y corazón. En sumisión, entrega, adoración, honor, alabanza, acción de gracias, gratitud. Disculpándonos y regresar a Dios. Suplicando su intervención.

1. La Primera postración la ofrezco a Dios Padre.
2. La Segunda postración la ofrezco a Dios Hijo, Jesús.
3. La Tercera postración la ofrezco a Dios Espíritu Santo.
4. La Cuarta postración la ofrezco al Cuerpo y la Sangre de Jesús.
5. La Quinta postración la ofrezco a las Cinco Llagas de Jesús.
6. La Sexta postración la ofrezco al Inmaculado Corazón de María y su triunfo.

* Al final de cada postración ofrecida, diga Totus Tuus, una frase del latín que se traduce a “(Yo) pertenezco enteramente a Dios/Madre”. Es un modismo de San Luis de Montfort y también el lema oficial de Papa San Juan Pablo II.