Las Nuevas Revelaciones a Través de la Eucaristía

Las Seis Postraciones (Los Seis Kowtows)

Las Seis Postraciones (Los Seis Kowtows) Oración para antes de la Comunión

 El Rosario de Las Seis Postraciones (Kowtows) 

 Las Seis Postraciones (Kowtows)  – Otros idiomas (italiano, portugués y chino)


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Como practicar Las Seis Postraciones (Kowtows)

La práctica de Las Seis Postraciones, (Los Seis Kowtows), revelada anteriormente por la Santísima Virgen al mensajero «L.», es una forma muy poderosa de regresar a Dios y convertirse en un converso cotidiano.
Deben practicarse especialmente delante del Santísimo Sacramento, y también frente al Altar, frente un crucifijo, frente una imagen de la Divina Misericordia, o una imagen del Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María.
Las Seis Postraciones (Kowtows) se hacen de la siguiente manera.
Antes que nada, debes arrodillarte y decir una oración a Dios el Padre.
Segundo, levanta tus brazos hacia el cielo en una posición de oración con tus manos juntas. En tercer lugar, inclínate hacia adelante hasta que tu frente toque el suelo.
Baje los brazos y coloque los codos en el suelo, al mismo tiempo, siéntese sobre los pies con las manos juntas con la cabeza en en una posición de oración. Cuarto, quédese en esta posición mientras ora durante cada kowtow, adorando y alabando a Dios o venerando  a María, y pidiéndoles su ayuda. Quinto, debe decirse antes de cada postración (kowtow):
  1. La Primera Postración (Kowtow) la elevo a Dios Padre.
  2. La Segunda Postración (Kowtow) la elevo a Dios Hijo.
  3. La Tercera Postración (Kowtow) la elevo a Dios Espíritu Santo.
  4. La Cuarta Postración (Kowtow) la elevo al Cuerpo y la Sangre de Jesús.
  5. La Quinta Postración (Kowtow) la elevo a las Cinco Santas Llagas de Jesús.
  6. La Sexta Postración (Kowtow) la elevo al Inmaculado Corazón de María y Su triunfo.

* Después de cada oración, diga «Totus Tuus». (Esto es en latín por casi «soy totalmente tuyo». Era una frase de San Luis de Montfort y era el lema oficial de San Juan Pablo II).
Si realmente no puede hacer físicamente Las Seis Postraciones (Kowtow), puede asentir con la cabeza, inclinarse o arrodillarse, o simplemente postrarse espiritualmente y rezar.

(Ésta no es la primera vez que la postración se ha revelado en privado. En Fátima en 1916, el Ángel enseñó a tres niños pastores cómo hacer la postración.

En la primera aparición, después que se apareció a la visionaria, la hermana Lucía recontó, » Y él dijo, ‘No temas, yo soy el Ángel de Paz, recen conmigo” se arrodilló haciendo una reverencia profunda tocando con su frente el suelo y nos hizo repetir las siguientes palabras tres veces, ‘Mi Dios yo creo, yo adoro, yo espero y te amo; te pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.

«Después al levantarse nos dijo, ‘Recen de esta manera, sus palabras se grabaron tan profundamente en nuestras mentes, que nunca podremos olvidarlas’. A partir de entonces pasamos largos períodos de tiempo postrados como el Ángel, repitiendo sus palabras hasta que a veces caímos exhaustos”.

«Después de que el Ángel nos llamó a orar generosamente y a hacer penitencia en su segunda aparición» la hermana Lucía relató, «fue por ésta razón que empezamos a ofrecer al Señor todo lo que nos mortificaba sin buscar otras formas de mortificación y penitencia, sino que permanecíamos durante horas y horas con nuestras frentes tocando el suelo repitiendo la oración que el Ángel nos había enseñado.»

Antes de la tercera y última aparición del Ángel, Lucía escribió: “Tan pronto como llegamos allí, una colina donde estaban pastoreando, nos arrodillamos con nuestras frentes tocando el suelo y comenzamos a repetir la oración del Ángel, ‘Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo.’ No sé cuántas veces repetimos ésta oración cuando de repente nos iluminó una luz extraordinaria, nos levantamos para ver que estaba sucediendo y vimos al Ángel.

El sostenía un Cáliz en su mano izquierda con la Ostia suspendida sobre ella de la cual algunas gotas de sangre caían en el Cáliz. Dejando el Cáliz suspendido en el aire, el Ángel se arrodilló junto a nosotros y nos hizo repetir tres veces ‘Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo te ofrezco el más precioso Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo presente en todos los tabernáculos del mundo en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido y por los infinitos méritos de su santísimo corazón y del Inmaculado Corazón de María, os suplico la conversión de los pobres pecadores.’

Entonces levantándose tomó en sus manos el Cáliz y la Ostia y nos dió la sagrada comunión diciendo, tomen y beban el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo horriblemente indignado por los hombres ingratos, hagan reparación por sus crimines y consuelen a su Dios.’

Una vez más se postró en el suelo y repitió con nosotros tres veces más la misma oración, ‘Santísima Trinidad……’ y luego desapareció.

Nosotros permanecimos mucho tiempo en esta posición repitiendo las mismas palabras una y otra vez. Cuando por fin nos pusimos de pie nos dimos cuenta de que ya estaba oscuro y por tanto era ya la hora de regresar a casa.»

Finalmente, antes de que la hermana Lucía recibiera su aparición final, el 13 de Junio de 1929 en la capilla de su convento, ella estaba haciendo las postraciones mientras rezaba las oraciones del Ángel).

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